viernes, 17 de mayo de 2013

Carretera y Manta: El Roadmap


Ya llega ese momento en el que hemos sido capaces de realizar las iteraciones de nuestro ciclo ADM con el objetivo de definir nuestra arquitectura. Hemos dedicado mucho trabajo, pasado ciertas adversidades, pero ya estamos cerca de empezar a tener resultados.

Entre medias, hemos sido capaces de identificar y poner en marcha una serie de quick wins para gestionar la motivación organizativa y la confianza en el proyecto de Enterprise Architecture. Aunque siempre se espera algo más, lo importante es avanzar, que la rueda de molino se ponga en marcha y no desviarnos del objetivo principal del proyecto. Hemos identificado un conjunto de mejoras tecnológicas, operativas y de proceso, de manera aislada en nuestras arquitecturas de negocio, de sistemas de información y tecnológicas, y llega el momento de poner todo el orden.

Debemos entender nuestras limitaciones y capacidades y definir un roadmap viable, inteligente, que identifique las dependencias entre unas iniciativas y otras, pero que, al  mismo tiempo, busque la obtención de resultados y la creación de nuestra infraestructura en los tres niveles de arquitectura. Usemos fotos estáticas de evolución para definir objetivos intermedios, ya que podemos ahogarnos con tanto proyecto e iniciativa. Establezcamos los recursos necesarios, inversiones y responsabilidades y, sobre todo, no nos olvidemos de crear el Plan de Implementación y su gobierno.

Desde el punto de vista de este pequeño foro entendemos el Plan de Implementación como un gran programa compuesto por otros programas, proyectos e iniciativas repartidos en el tiempo. No es de extrañar que resulten Planes de Implementación a tres, cinco o más años con cientos de iniciativas. Cada organización, en base a sus capacidades y estrategia definirá ese marco temporal. El gobierno y seguimiento de la implantación es clave para la puesta en marcha. Anteriormente habíamos hablado de que las compañías están vivas, así como su estrategia y su Arquitectura Empresarial, por lo que tendremos que dedicar esfuerzos y articular mecanismos a la gestión de todos estos cambios.

Al fin y al cabo estamos fijando la estructura de nuestra organización, y cubriéndola de ladrillos firmes y consistentes que soportarán nuestra estrategia de negocio durante los próximos años.